Las tablas de inversión son poco prácticas para contrarrestar el dolor lumbar

Última actualización: 24.03.23

 

Aunque las tablas de inversión son equipos que cada vez están siendo más utilizados por sus supuestos beneficios para la columna vertebral, mejorar el flujo de nutrientes y posturas, de acuerdo con la impresión de algunos expertos, su uso no es tan eficaz cuando se trata de disminuir los dolores lumbares. 

 

El dolor lumbar crónico suele estar relacionado con patologías como las hernias, degeneración discal, protusiones y otras afecciones degenerativas de la columna. Para contrarrestar estas dolencias, algunos expertos recomiendan que se debe mejorar la hidratación de los discos intervertebrales, así como el flujo de los nutrientes, ya que esto podría beneficiar los malestares musculares, disminuyendo el dolor y los llamados achaques de la vejez, así como los cambios degenerativos del raquis. 

Ahora bien, puede que muchas personas se pregunten, ¿cómo se podría mejorar el flujo y la hidratación de las vértebras? En este sentido, hay algunas técnicas que sirven para la tracción vertebral, siendo las tablas de inversión una de las más populares. Sin embargo, todo tiene sus pros y contras, por lo que es preciso analizar si este elemento es práctico para el caso. 

Dentro de las técnicas para la tracción vertebral, la tabla de inversión gravitacional es eficiente porque se aplica fuerza sobre la columna para crear una separación entre los cuerpos vertebrales, ampliando el agujero intervertebral, enderezando las curvas de la columna, estirando esta musculatura y deslizando las articulaciones facetarias. Todo lo anterior, permite una diferencia de presiones, lo que en teoría mejora el flujo de agua y de nutrientes hacia los discos intervertebrales. 

 

 

Técnicas para la tracción vertebral

Hay muchas técnicas para lograr este flujo a través de la tracción vertebral. Algunas de ellas son de tipo manual y se generan a través de un estiramiento mecánico en el traquis. Aunque se escucha sencillo, esta técnica manual solo debe ser aplicada por un profesional que siga al pie de la letra los pasos y metodología de la técnica. De lo contrario, es posible que exista una lesión importante, por lo que solo debe ser practicada por especialistas en el área, que conozcan al mismo tiempo sus contraindicaciones.

De igual modo, existen las máquinas de tracción vertebral. Estas máquinas están integradas por un sistema que se encarga de aplicar de manera progresiva fuerzas descompresivas sobre la columna. A diferencia de la técnica manual, con este método hay mayor exactitud en lo referente a la fuerza aplicada, tipo de tracción y posición de la persona. 

Por otro lado, otra técnica para la tracción vertebral es a través del uso de una tabla de inversión. Con estos equipos se puede lograr una tracción de la columna, porque permiten que el cuerpo se mantenga en una posición invertida. Es entonces cuando la fuerza gravitacional crea a su vez una fuerza descompresiva sobre los discos y huesos de la columna vertebral, que varía de acuerdo al grado de inclinación que se aplique en la tabla. 

Para disminuir el dolor lumbar en pacientes, hay profesionales que recomiendan el uso de la tracción lumbar, como un mecanismo para aliviar la compresión en la raíz nerviosa o bien para reducir una hernia en un disco.

Aunque hay muchos métodos, algunos de ellos ya explicados en los párrafos anteriores, son pocos los estudios y sobretodo las verificaciones científicas en humanos que demuestren que los beneficios son realmente eficaces para disminuir el dolor lumbar. De hecho, según algunas investigaciones realizadas, se ha comprobado que la eficacia en la tracción para el dolor lumbar es limitada y no hay mejoras sustanciales.

De acuerdo con algunas de las investigaciones que se han adelantado, no se han arrojado resultados alentadores. Luego de analizar los datos, muchas de estas concluyen que los efectos de la tracción son casi nulos y no tienen incidencia positiva en la disminución del dolor lumbar.

Si bien es cierto que sobre este tema hay poco contenido científico y el respaldo de expertos es reducido en lo referente a investigaciones, lo que podría hacer dudar sobre la efectividad de la tracción como un método para contrarrestar los efectos del dolor lumbar, otros profesionales del área poseen algunos datos, un poco imprecisos, que apoyan la moción de que para algunos pacientes, la tracción puede ser efectiva, ya que estos responden de forma positiva a esta clase de tratamientos para el dolor lumbar. 

 

 

Investigaciones no concluyentes

Aunque en general hay un amplio desconocimiento sobre los factores y parámetros bajo los que se aplica la tracción, se puede hacer un análisis, estudiando la magnitud de la fuerza que se aplica, el tipo de tracción, si es intermitente o continua, así como la posición del paciente. Cada uno de estos factores debe ser controlado, ya que pueden tener incidencia directa sobre la efectividad del tratamiento. 

En la actualidad, siguen existiendo discusiones acerca de las fuerza de tracción que se debe aplicar. Por un lado, hay algunos estudios que han determinado que la fuerza de tracción inferior al 20% del peso corporal resulta útil para las afecciones lumbares. Mientras tanto, otras investigaciones concluyen que la tracción debe ser entre el 25 y el 50%, para que la técnica sea efectiva. 

Dentro de las especificaciones de los estudios que se han hecho referente al tema de la tracción vertebral, también hay contraindicaciones. En primer lugar, la falta de información y desconocimiento de la técnica sobre los mecanismos, llevan a una mala utilización, de modo que en el caso de las tablas de inversión, resultan ser una opción que no debe utilizarse sin supervisión, por lo que conveniente sería adquirir la mejor tabla de inversión (si pulsas aquí, encuentras varios productos para elegir) recomendada por un profesional, para que la compra sea eficiente y productiva.

Por ello, aún la técnica de tracción vertebral no es considerada como un tratamiento definitivo para combatir el dolor lumbar y dependerá de los efectos que cada persona sienta, porque en lo referente a evidencia científica comprobada, es limitada.

A pesar de ello, todas estas técnicas pueden ser utilizadas, siempre y cuando se haga con cautela y como parte de un tratamiento integral para el dolor lumbar, que involucre diferentes métodos como ejercicios de estabilización, movilización de tejidos blandos, masajes, entre otros.

 

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