Para ejercitarse son muchas las personas que usan sacos de boxeo, pero realmente ignoran de qué están hechos. Sin embargo, estos elementos de entrenamiento funcional son mucho más que sacos y de acuerdo a su relleno puede variar su función. A lo largo de la historia su estructura ha cambiado para mejorar su uso.
Es bien sabido que los sacos de boxeo están disponibles en diferentes tamaños, materiales e incluso colores. Además, un saco de boxeo cuenta con diferentes rellenos que se ajustan a determinados fines deportivos. Por ello, suele ser una constante que de acuerdo al uso cambie el relleno que se utiliza, para que el implemento adquiera cuerpo y pueda ser golpeado.
Dentro de los rellenos más comunes se pueden encontrar sacos de boxeo con arena, agua, material textil, aserrín fino e incluso semillas. Cada uno de estos elementos tienen densidades diferentes e incluso la sensación del golpe y la disipación del mismo se sentirán distintas al contacto.
Algunos modelos vienen de fábrica ya rellenos. Sin embargo, el mejor saco de boxeo de relación calidad precio será aquel que incorpore una cremallera para retirar y agregar el relleno, de acuerdo a la conveniencia del usuario. Esta posibilidad permite mayor versatilidad, de modo que suelen ser sacos que cuentan con un elevado grado de popularidad entre la comunidad de usuarios.
Puede que en la actualidad sea un objeto para el entrenamiento deportivo que es regular ver en gimnasios o centros de formación deportiva. Sin embargo, no lo era así hace algunos años.
El boxeo y sus variantes han ido escalando posiciones dentro de las preferencias, pasando de ser una disciplina de pocos, normalmente clandestina de peleas callejeras, a ser un sistema de entrenamiento deportivo. Por ello, el boxeo es practicado por hombres y mujeres de todas las clases sociales. Todos buscan un fin común: mejorar el tono muscular, reducir medidas y adquirir fuerza, así como destreza y rapidez en movimientos coordinados.
Un poco de historia
Los registros apuntan a que el boxeo y sus variantes son desde hace décadas atrás. Sin embargo, los elementos para su entrenamiento, como la pera y saco de boxeo, son más modernos. De acuerdo con algunas investigaciones, la primera patente para un saco de boxeo la obtuvo Simon D. Kehoe en el año de 1982. Este primer saco de boxeo contaba con una estructura sencilla, que era muy similar a la que se conoce en la actualidad.
La diferencia principal reside en los materiales de fabricación. Antiguamente, estaban elaborados con cuero genuino de cabra o canguro. Conforme pasaron los años, se han incorporado otros materiales, de los cuales la piel de cabra sigue siendo utilizada en algunas partes de la estructura, por su calidad y resistencia.
Puede que a esta altura te estés preguntando cómo se hacen los sacos de boxeo. La verdad es que dependerá del fabricante. Sin embargo, la mayoría de compañías siguen un patrón que es trazar las líneas en el cuero, vinil o cualquier otro material. Estos trazos buscan crear paneles, que de acuerdo al tamaño pueden ir de cuatro a seis. Posteriormente, estos paneles son unidos a través de un mecanismo para que se adhieran. En el mejor de los casos, serán cosidos a mano mediante una cuerda robusta o con tiras de cuero natural.
El relleno importa
Además del exterior, en el saco de boxeo es importante analizar el interior del equipo. Es bien sabido que hay fabricantes que presentan al mercado sus modelos sin relleno alguno, mientras que otras compañías lo incluyen. Por ejemplo, hay algunas opciones de relleno que van desde agua y arena, hasta otros rellenos como granos de maíz, material textil o cereales. La cantidad de relleno y el tipo varían de acuerdo al uso.
Cada uno de los elementos de relleno genera una sensación distinta del golpe en los nudillos, lo que se genera por medio de las diferentes densidades y durezas. Por ejemplo, el agua suele ser más suave que la arena y, cuando se golpea, hay una sensación expansiva que estremece el saco, como una especie de oleaje, lo que no ocurre en materiales como la arena, los granos o el aserrín, que son compactos y duros. En estos últimos casos, la sensación del golpe es como de piedra.
Por lo general, los sacos rellenos con agua sirven para entrenamientos post lesiones y para que el deportista tenga una sensación similar a la de golpear un cuerpo. Además, es recomendado que si se usará el saco para un entrenamiento de músculos superiores e inferiores con golpes y patadas, lo correcto sería optar por rellenos que en la parte baja sean densos y consistentes.
Por lo general, las patadas tienden a ir concentradas en la parte baja del saco. Al ser las piernas extremidades con mayor fuerza, los elementos a golpear pueden ser resistentes, habiendo poca posibilidad de lesión. Por ello, cuando se rellena el saco, lo adecuado es que la parte inferior quede ajustada, ya que mejorará el entrenamiento, la capacidad y el rendimiento general durante su uso, dando la posibilidad de ser utilizado tanto para golpear con los nudillos en las manos como con las piernas a través de patadas.
La gran mayoría de sacos de boxeo tienden a estar rellenos de arena o viruta, materiales que suelen ser utilizados para la modalidad de entrenamiento. Por otro lado, un saco de boxeo para golpes tiene un interior que puede estar integrado por dos sacos al mismo tiempo, uno interno relleno de aire y uno externo relleno con arena o viruta. En cuanto a los sacos de boxeo domésticos, son modelos que utilizan los atletas de acuerdo a sus necesidades. Por ello, en su mayoría tienen un interior que está compuesto por retazos de tela. Estos sacos son adecuados para los golpes, tanto de manos como de piernas, con un bajo nivel de rebote.
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