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¿Cómo deshacerse del dolor de pies después de correr? ¿Cómo prevenir los dolores? 

Última actualización: 24.04.24

 

La presión a la que se suelen ver sometidos los pies al correr, ya sea debido al peso, calzado, tipo de terreno u otros elementos, puede llegar a causar cierto dolor e incomodidad. Sin embargo, si se tienen en cuenta ciertos aspectos, es posible tanto aliviar como prevenir esa molestia. 

 

Los dolores de pies son una afección muy común entre quienes practican deportes. No obstante, la incomodidad, hinchazón, dolor, ardor o cualquier otra dolencia pueden afectar a cualquier persona y aparecer sin importar el momento. 

Debido a esta y más razones, es necesario tomar en serio la salud de los pies. Por ello, además de elegir las zapatillas de correr adecuadas, procedamos a revisar cómo puedes aliviar los pies y cuáles son las incomodidades más comunes. 

 

¿Cómo aliviar el dolor de pies? 

Si estás llegando a casa después de una sesión de entrenamiento y te duelen los pies, aquí encontrarás algunos métodos caseros para lograr un alivio prácticamente instantáneo: 

• Remojo en agua fría y caliente 

Comienza por sumergir los pies en agua caliente durante 3 minutos. Esto aumentará la circulación. Después, pásalos al agua fría por 1 minuto, para disminuir la inflamación. Repite el proceso un par de veces hasta sentir mejoría. 

• Aplicación de vinagre 

El vinagre es capaz de reducir la inflamación de los tejidos, por lo que puedes sumergir los pies en un cubo con agua que contenga también dos cucharadas de vinagre y sal. Esto ayudará a relajar los músculos. 

• Aceite de clavo 

Las propiedades del aceite de clavo le permiten incrementar la circulación sanguínea. Para aplicarlo, primero calienta tus manos, vierte el aceite y

masajea suavemente todas las zonas inflamadas una o dos veces al día, según la intensidad de la incomodidad. 

 

Patologías más comunes entre los atletas 

La práctica regular de deportes de alto rendimiento sin el debido cuidado ni usando los implementos recomendados puede conllevar al desarrollo de ciertas patologías, principalmente entre corredores. 

Una de las más comunes es la fascitis plantar. Esta patología se deriva de una inflamación de los tejidos que conectan el talón con los dedos del pie y, generalmente, se desarrolla como consecuencia de una sobrecarga mecánica en la pisada. 

El síntoma más delator de la fascitis plantar es un dolor punzante cerca del talón que puede verse incrementado durante las mañanas y puede dificultar el caminar con normalidad. 

Por otra parte, también es muy común entre los atletas desarrollar metatarsalgia. Ésta es una lesión enfocada en la planta del pie y se percibe principalmente en la base de los dedos. En algunos casos, el dolor se concentra en el metatarso del pie, siendo capaz de incapacitar hasta cierto punto a quienes lo padecen. 

La metatarsalgia puede generarse por la práctica de deportes de alto impacto, por deformidades en la anatomía del pie o simplemente por usar zapatillas demasiado ajustadas. 

 

¿Qué es pronación y supinación? 

Para comprender por qué duelen los pies, es necesario familiarizarse con los términos adecuados. En este caso, se podría decir que los atletas tienen uno de estos tipos de pisadas: neutral, pronador o supinador

La pisada neutral es una de las más comunes y, básicamente, es aquella que permite distribuir el peso del cuerpo por todo el pie, por lo que también es menos propensa a sufrir lesiones. 

Los pronadores, por otro lado, apoyan todo el peso en la cara interna del pie, lo que genera una descompensación en la distribución y puede generar dolor debido a la presión después de actividades de ejercicio intensas. 

En el caso de los supinadores, el tipo de pisada más rara, el peso se afinca en la parte externa del pie y, de nuevo, no existe una equitativa distribución de peso que

ayude a prevenir lesiones, sobre todo si no se usan unas zapatillas de running adecuadas al hacer ejercicio. 

Conoce tu tipo de pisada 

Si no sabes qué tipo de pisada tienes para elegir unas zapatillas, puedes optar por alguno de estos métodos para saberlo: 

• Revisando la suela de unas zapatillas gastadas 

Toma un par de zapatillas que estén bastante usadas y revisa detalladamente qué sección de la suela se nota más gastada. Si notas que es la interna, entonces eres de pisada pronadora. Si es la externa; supinador. 

• Pidiéndole ayuda a un tercero 

Un entrenador experimentado es capaz de ayudarte a identificar tu tipo de pisada con solamente observar cómo corres durante una o más sesiones de ejercicios. 

• Obteniendo un análisis de pisada 

En muchos centros deportivos podrás encontrar máquinas de análisis de pisada, las cuales son capaces de determinar el tipo. Este es uno de los métodos más confiables. 

 

¿Es posible prevenir el dolor de pies? 

Después de cerciorarte acerca de tu tipo de pisada, sí es posible prevenir el dolor de pies o también disminuir su intensidad siguiendo un par de consejos previos a la sesión de entrenamiento. 

Uno de los más importantes se centra en el calzado. Al hacer deporte, es necesario considerar diversos aspectos que incluyen el terreno, la intensidad del ejercicio y su tipo, para poder elegir las zapatillas más ergonómicas. 

Por ejemplo, en sitios como Top4Running tienes acceso a un amplio catálogo de zapatillas para running donde podrás encontrar el modelo adecuado para ti, según el deporte que practicas y tu tipo de pisada. 

A esto se le suma el uso de una plantilla especial para tu tipo de pisada. Estos elementos, si se diseñan personalizados, son capaces de ayudar a tu cuerpo a

distribuir el peso por todo el pie, de forma que moverse sea más agradable y menos intenso para tus extremidades. 

Asimismo, no hay que olvidarse de hacer los correspondientes estiramientos y calentamientos antes de cualquier actividad física. La preparación previa de los músculos y huesos es muy efectiva en prevenir lesiones durante o después de una sesión de ejercicios. 

 

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