El Brazilian Jiu-Jitsu (BJJ) es una de las artes marciales con mayor crecimiento en el mundo, ya que admite estudiantes de todas las edades y puede ser practicado como defensa personal, pero también sirve para aliviar el estrés y mejorar la aptitud física en general.
Entre los siglos VII y XIX, los samuráis japoneses participaban en grandes batallas a caballo, pero necesitaban de una forma de defenderse al encontrarse solos y desarmados. De esta forma, nació la técnica del Jiu-Jitsu pero, debido a las pesadas armaduras de los samuráis, estos tenían poca capacidad de movimiento, ya que no se usaban algunas de las técnicas hoy conocidas.
La evolución del Jiu-Jitsu en el mundo
Al pasar los años, el Jiu-Jitsu japonés se diversificó en diferentes estilos, cambiando el enfoque hacia la autodefensa general, pero manteniendo ciertos aspectos esenciales, como el uso de estrangulamientos y bloqueos de articulaciones. Sin embargo, un hombre llamado Jigoro Kano fue quien perfeccionó la técnica y aumentó la eficacia de los movimientos utilizando el mínimo de esfuerzo.
Jigoro Kano fue un estudiante de Jiu-Jitsu tradicional japonés, que en el año 1882 fundó su propia escuela de artes marciales llamada Kodokan, en donde instruyó a los estudiantes con las técnicas que él pensaba eran las más efectivas, utilizando en combate en vivo derribos, lanzamientos, bloqueos y estrangulamientos contra oponentes que se resistían. Todo esto sin necesidad de tener contacto completo, lo que creó las bases para lo que hoy conocemos como Judo.
En 1894, el judoca japonés Mitsuyo Maeda comenzó a practicar en Kodokan y eventualmente se convirtió en uno de los estudiantes más destacados de Kano, especializándose en la lucha en el suelo llamada ne-waza. En 1914, Maeda viajó a Brasil y conoció al empresario Gastão Gracie y a su hijo adolescente Carlos Gracie, quien se convirtió en alumno de Maeda por varios años y después compartió sus conocimientos de Judo basado en ne-waza con sus hermanos.
La familia Gracie: Los creadores del BJJ
El verdadero creador del BJJ fue Hélio Gracie, uno de los hermanos de Carlos Gracie que no gozaba de gran tamaño ni fuerza, por lo que realizó ajustes a las técnicas que había aprendido para que cualquier persona pudiera realizar los movimientos. De esta forma, nació el Jiu Jitsu brasileño.
Más adelante, la familia Gracie incorporó por completo las técnicas de Hélio en todos los entrenamientos que realizaba. Así, ponían en práctica lo aprendido en combates de desafío y concursos con estudiantes de diferentes artes marciales, en donde los Gracie salían invictos la mayoría de las veces.
Sin embargo, el Jiu Jitsu brasileño y sus técnicas se mantenían desconocidas para el mundo y los profesionales de las artes marciales. Años después, a finales de la década de 1970, uno de los hijos de Hélio llamado Rorion emigró a Estados Unidos y creó un movimiento que cambiaría para siempre la percepción del arte de la lucha.
La Ultimate Fighting Championship (UFC)
En el año 1993, Rorion Gracie fue el principal responsable de un evento de artes marciales, que tenía como finalidad exponer al público el arte de su familia. De este modo, se llevó a cabo el primer torneo de la organización Ultimate Fighting Championship (UFC), donde se enfrentaron profesionales de diferentes disciplinas. En este sentido, Rorion nombró a su hermano Royce como representante del BJJ. El joven tenía una complexión delgada que lo convertía en el participante más pequeño de la competición, lo que serviría para demostrarle al mundo el verdadero poder del Jiu Jitsu de Brasil.
Royce Gracie ganó el primer torneo y algunos de los siguientes eventos de la UFC, convirtiéndose en una revelación para profesionales de las artes marciales, quienes comprendieron la posibilidad de derrotar a oponentes grandes con el uso de BJJ y sus técnicas. Es importante mencionar que la UFC posteriormente estableció las bases para que las Artes Marciales Mixtas (MMA) fueran una disciplina deportiva practicada a nivel mundial.
Mientras tanto, en Brasil, Carlos Gracie Jr. tomó las riendas del negocio familiar y creó en 1994 la Federación Internacional Brasileña de Jiu-Jitsu (IBJJF), que hoy en día promueve torneos en más de 50 países, donde participan alrededor de 3000 atletas con diferentes cinturones de BJJ.
BJJ: ¿El mejor arte marcial?
El Jiu Jitsu brasileño no es un arte marcial basado en destreza física o en la fuerza de patadas y golpes, sino que enseña a controlar la distancia, la posición, el apalancamiento y las sumisiones para someter a individuos que resultan físicamente más agresivos e imponentes.
Al atleta de BJJ se le enseña a luchar imposibilitando los puños y pies del oponente, aislando sus extremidades para someterlo. Sin embargo, la cantidad de técnicas de BJJ es tan amplia que para lograr el cinturón negro se necesita invertir una mayor cantidad de tiempo en comparación a otras artes de lucha. Esto se debe principalmente a que en el BJJ no hay patrones de movimientos coreografiados, ni técnicas únicas que sirven en todas las situaciones.
Por el contrario, un combate de BJJ puede desencadenar una gran cantidad de secuencias que le permiten al artista marcial desarrollar un estilo único. De esta manera, al aprender BJJ se comienzan a percibir uniones entre técnicas distintas, a modo de cadenas que permiten reaccionar dependiendo de los movimientos del oponente.
También, el Jiu-Jitsu brasileño favorece el desarrollo mental, emocional y físico del individuo, por lo que puede beneficiar a todo tipo de personas, desde la niñez hasta la edad adulta. No obstante, en el caso de los niños pequeños se recomienda el uso de algún tipo de rodillera o protección en las extremidades para mayor seguridad.
Para finalizar, podemos decir que el BJJ es una disciplina deportiva compleja, que ayuda al atleta a mejorar el control de su cuerpo, no solo para defenderse en una situación de riesgo, sino también para mantener un estado físico óptimo.
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