La importancia del ácido láctico para los corredores

Última actualización: 19.03.24

 

El organismo produce diariamente una serie de sustancias que tienen la finalidad de beneficiar el funcionamiento del cuerpo, actuando en ocasiones como una reserva natural de energía. Precisamente, esto ocurre con el ácido láctico, que normalmente se encuentra presente en el torrente sanguíneo de las personas, en bajas cantidades.

 

Diariamente, nuestro cuerpo demanda una cierta cantidad de energía, que adquirimos de los nutrientes y vitaminas sintetizados por el organismo, a través de una alimentación saludable y una buena higiene del sueño. Sin embargo, hay momentos en los que nos esforzamos demasiado realizando alguna actividad física, lo que hace que el sistema muscular alcance su máximo.

Es en este momento exacto cuando surge la respuesta natural del organismo, en la búsqueda de medios para producir energía inmediata. Se trata de la metabolización de la glucosa, con el propósito de acelerar la generación de ácido láctico. De esta manera, el cuerpo compensa la falta de oxígeno en la sangre experimentada a causa del ejercicio realizado excesivamente.

 

Mitos y verdades del ácido láctico

Mucho se comenta sobre el ácido láctico, y esto, con el paso de los años, ha dado origen a una serie de mitos y verdades, que rodean la función de esta sustancia natural segregada por el cuerpo humano. Pero, en realidad ¿Qué es el ácido láctico? ¿A quién afecta el ácido láctico? ¿Por qué la controversia del ácido láctico y las agujetas? ¿Cuáles son las consecuencias del ácido láctico alto?

El ácido láctico o lactato es una sustancia con una química natural, es decir, que es producida por el organismo. Este proceso se lleva a cabo constantemente, pero se incrementa cuando la persona realiza un esfuerzo físico tan intenso, que deja de obtener energía muscular a través del oxígeno disponible en la sangre. 

Al ocurrir esto, el organismo acude a las reservas de glucosa disponibles en la sangre, hígado y músculos, para transformarla en ácido láctico mediante un proceso de metabolización, con el único propósito de ganar energía.

Mito vs. verdad

 

El ácido láctico sólo lo experimentan los corredores

Un mito muy popular es que el ácido láctico es un fenómeno natural que sólo experimentan los corredores, lo que es completamente falso. Cuando se realiza cualquier actividad física, ya sea por parte de un atleta destacado o principiante, el lactato comienza a circular lentamente a través de la sangre, gracias a la acción del metabolismo. Esta acción es a la que se le conoce como resistencia láctica.

Esto quiere decir que, con el simple hecho de llegar al gimnasio y subirnos en la corredora durante unos minutos, o hacer una rutina cardiovascular corta, pero intensa, el cuerpo iniciará un proceso de descomposición del glucógeno, para crear energía. Claro está, los corredores tienen una mayor demanda de energía, por lo que la producción de ácido láctico suele ser mayor.

 

El lactato y las agujetas

Otro de los mitos asociados con el lactato suele ser que causa sensibilidad y fuerte dolor muscular post entrenamiento, debido a que los desechos de esta sustancia se cristalizan y quedan acumulados en el cuerpo, causando las conocidas agujetas.

Sin embargo, está comprobado que el ácido láctico es eliminado del organismo pasada una hora de haber culminado el ejercicio. De hecho, las agujetas son la consecuencia del sobreuso dado a los músculos, ya sea porque realizamos una rutina intensa o porque hemos retomado el ejercicio tras un período de inactividad. Este resentimiento en el músculo tiene una duración de entre 24 y 72 horas, después de la actividad física efectuada.

 

Ingerir ácido láctico agregado como fuente de energía

El ácido láctico se puede producir como un producto agregado mediante ciertos alimentos, como el famoso kimchi coreano, que combina col y vegetales fermentados. Asimismo, la leche, el queso, el yogurt, las carnes de conserva, entre otros tantos alimentos naturales, obtenidos como subproductos fermentados, suelen ser ricos en lactato.

No obstante, este tipo de ácido lactato agregado no genera el mismo efecto que el originado por la descomposición del glucógeno en el organismo, ya que la función del ácido láctico en alimentos es la de contribuir a la mejora del funcionamiento del organismo como un potente probiótico.

En este sentido, el mito a despejar es que el ácido láctico como reserva de energía durante las actividades físicas, no puede ser producido por agentes externos, sino únicamente por el propio organismo.

El lactato no se elimina del organismo

La aseveración realizada por años, acerca de que el lactato no se elimina del organismo, surge como otro gran mito que ha sido puesto en tela de juicio por los especialistas del área de la salud.

El volumen de ácido láctico es producido de acuerdo a la intensidad del esfuerzo muscular, por lo que, en un corredor experimentado, la generación de este combustible natural será muy elevado. Sin embargo, el organismo tiene su propio sistema de limpieza, que le permite desechar dichos excesos. Para ello, el cuerpo reutiliza este lactato, incorporándolo a otros procesos biológicos. Por ejemplo, dicha sustancia controla los niveles de potasio, para disminuir la fatiga.

Además, si quieres prevenir los excesos de dicha sustancia, existen algunas técnicas para aprender cómo eliminar el ácido láctico, que resultan muy sencillas de realizar y seguras para la salud. En este sentido, tenemos la ingesta del zumo de un limón momentos antes de iniciar la práctica deportiva o al finalizarla. Asimismo, puedes hacer una solución de bicarbonato con agua y beberla bajo las mismas condiciones. Así, neutralizarás el lactato.

Además, puedes ingerir una serie de alimentos que surten efecto como alcalinizantes y, por ende, reducen la acumulación del ácido lactato en el sistema muscular. Entre ellos, podemos mencionar el agua o alimentos ricos en este elemento, semillas, vegetales, frutas, pescados, alimentos con ácidos grasos insaturados, entre otros.

A manera de conclusión, podemos decir que el ácido láctico surte un efecto beneficioso para la salud de los corredores y deportistas en general, pero, de igual manera, no debemos excedernos con respecto al esfuerzo físico, para que su producción no llegue al límite. No obstante, hoy en día es posible medir los niveles de lactato a través de la generación de glucosa en la sangre, para lo que necesitaremos la ayuda de una pulsera inteligente (si pulsas aquí, encuentras varias opciones para comprar), cuyo uso suele ser intuitivo y los resultados eficaces.

 

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